En la vida de toda persona, hay un momento, o varios, para hacer balance. Recordando lo que se ha vivido y plantearse lo que quiere vivir.
Dependiendo del momento en el que te plantees esta disyuntiva, habrás andado más o menos tramo de tu camino, y este habrá sido más o menos productivo.
La importancia de este camino no se va a medir simplemente por tus logros, sino por como los has conseguido, por las cosas a las que has tenido que renunciar, la gente que tienes a tu lado y por los recuerdos de los que ya no tienes.
Vivir una vida sencilla pero con satisfacciones es mucho más productiva que una vida con ostentación, que en el fondo puede estar vacia.
La vida sabiéndola bien vivir, puede ser una delicia. Aunque, como todo, este camino no es un camino de rosas, o si. Ya que es como rosas, bellas y fragrantes, pero también tienen espinas y sabes que te puedes pinchar. Para lo cual, has de estar siempre alerta ya que nunca se sabe donde estará la próxima espina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario