Situada al este del río Miera hasta el río Asón. Se extiende entre las bahías de Santander y Santoña, ocupando gran parte del litoral oriental de Cantabria. La costa de este tramo se caracteriza por sus acantilados y sus bellas playas como las de Langre, Loredo, Isla, las de Noja y la de Berria en Santoña. Hacia el interior la comarca ofrece extensos prados.
Municipios de la comarca: Argoños. Bárcena de Cicero. Bareyo. Entrambasaguas. Escalante. Hazas de Cesto. Liérganes. Marina de Cudeyo. Medio Cudeyo. Meruelo. Miera. Noja. Ribamontán al Mar. Ribamontán al Monte. Riotuerto. Santoña. Solórzano. Voto.
HISTORIA:
Su historia se inicia en los tiempos prehistóricos cuya evidencia está en las cuevas de Puente Viesgo, La Garma (en Omoño, localidad del municipio de Ribamontán al Monte) y las de Santoña y Miera. Apenas se han encontrado vestigios de presencia romana, salvo en la bahía de Santoña, pues la romanización de esta zona fue débil y escasa. Por el contrario, persistió la cultura de los pueblos cántabros hasta el final de la monarquía visigoda. Entre los siglos VIII y X tuvo lugar un gran proceso de repoblación, lo que indica que estas tierras estaban prácticamente deshabitadas.
Trasmiera aparece citada en la crónica de Alfonso III, escrita en el siglo IX, y vinculada al condado de Castilla. Regida por sus concejos de hombres de behetría "población cuyos vecinos tenían derecho a elegir su señor". Lograría en el siglo XIV liberarse del impuesto de la alcabala.
Hasta la conformación de los ayuntamientos constitucionales, en 1834, gozó de considerables franquicias fiscales, un alto grado de autogobierno y exenciones militares en aras de la autodefensa (Trasmiera se guarda a sí misma). La unidad geográfica y administrativa le ha permitido la conservación de muchas de sus costumbres tradicionales.
LEYENDA:
La Cruz de Somarriba es de una importancia histórica y geográfica poco reconocida.
Esta cruz señala el límite occidental de Trasmiera, es por tanto la divisoria entre Cantabria oriental y Cantabria occidental. Tengamos en cuenta la importancia de este monumento, máxime por la famosa leyenda de la Cruz de Somarriba.
Según esta leyenda, la nobleza de Trasmiera proviene de una concesión real a don Juan de Agüero. El Rey, en agradecimiento por los servicios prestados, le concedió al tal Agüero, el privilegio de hacer noble a toda aquella tierra que pudiera recorrer en un solo día, de sol a sol, a lomos de su caballo.
Partiendo de Agüero, pueblo perteneciente al municipio de Marina de Cudeyo, recorrió uno por uno, cada pueblo de cada municipio de la merindad.
Añade la leyenda que el caballero anduvo todo el día y que llegó hasta la entrada del pueblo de Pámanes, donde hoy en día se encuentra la Cruz del Avellano, entre San Vitores y Pámanes. En ese lugar, el caballo extenuado ya no pudo más y murió.
Contrariados los habitantes que quedaban más allá del lugar donde quedó el caballo, ya que quedaban en peor situación que sus vecinos, arrastraron al caballo hasta donde se encuentra hoy en día enclavada la Cruz de Somarriba. De aquella forma consiguieron que aquel lugar fuera el límite concedido por el rey.
Por esta acción, concluye la leyenda, los lugareños que arrastraron al caballo se quedaron con el apodo de "los arrastrados".
Dicho popular: (Los de Pámanes trasmeranos de los arrastraos, los emboronaos de los de tercia y puñao).
Así esta leyenda se ha puesto en relación con algunos hechos históricos, como la exención del impuesto de alcabalas a Trasmiera lograda por Pedro González de Agüero en el siglo XIV. La cruz es seguramente de época barroca, aunque no tiene ninguna inscripción con fechas. Tiene un alto valor simbólico por ser límite y claro signo legendario de la nobleza de Trasmiera.
LITERATURA:
El escritor realista y costumbrista cántabro, D. José María de Pereda, nacido en Polanco 1833-1906. En una de sus obras titulada Escritos de Juventud, uno de los relatos cortos recibe el título de La Cruz de Pámanes. En este relato de 1859, revela su proximidad con el romanticismo. Y se alude a la importancia de La Cruz de Somarriba para Pámanes.
Breve estracto: " La atención de Pámanes, pues, directamente estaba fija en sus panojas, en sus ganados, en sus patatas y en su Cruz; porque sin Cruz no se concibe a Pámanes, como no se concibe a Roma sin Capitolio, a la China sin su muralla, a Rodas sin su Coloso, a España sin arrogancia, a El Escorial sin monasterio y a Cayetano sin suscriptores. La Cruz de Pámanes, tal cual hoy es, de tosca piedra, ennegrecida por los rigores de la intemperie, tiene una historia llena de interesantes episodios que se pierden entre el polvo de los más añejos pergaminos del tiempo del feudalismo."
Interesante relato. Felicidades. No obstante, no menciona a Galliciano, poblado que, tengo entendido se encuentra en las montañas. ¿Podría decirme si existe literatura al respecto? Gracias de antemano. Juan Lanzagorta Vallín
ResponderEliminarYa encontré algo de información. Pero agradecería cualquier información sobre Perdo Riva o Rivas Beriscola, padre de Antonia Rivas Zubiete. Gracias.
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